Este sistema es automático y mejora el desempeño, la estabilidad y la tracción según las condiciones del pavimento (como curvas rápidas, pavimento disparejo y superficies resbaladizas).

Continuamente monitorea la velocidad de las llantas, la posición del acelerador y ángulo de giro de la dirección para determinar las intenciones del conductor.

Normalmente funciona con tracción delantera. Cuando detecta que una llanta pierde tracción o puede llegar a perderla, el sistema puede reaccionar en 50 milisegundos para distribuir el 100% del torque a las llantas con mayor tracción.