Combina el poder del motor de combustión y el motor eléctrico durante la aceleración.

Las diferencias más notable entre esta transmisión y una convencional son la suavidad y la operación casi imperceptible ya que elimina los cambios bruscos de velocidad.

A diferencia de otras transmisiones CVT que utilizan un cinturón de acero para dar cambios continuos, esta transmisión utiliza un engranaje planetario para todas las velocidades.

Envía señales al control del vehículo para apagar el motor de combustión cuando circula a bajas velocidades o está completamente detenido, usando únicamente el motor eléctrico.

El modo “L” está diseñado para imitar el funcionamiento y control de frenar con motor en vehículos de combustión interna.